El pasado 14 de noviembre realizamos nuestra primera visita
por el municipio para descubrir sus atractivos turísticos, visitando la Iglesia
de Santiago y su torre, el horno moruno y dos alfarerías.
Iniciamos
la ruta de la mano de la técnico de turismo del Ayuntamiento, Belén Cánovas,
que nos acompañó en la visita de la iglesia y el horno moruno. La ruta comenzó
con la subida a la torre de la Iglesia de Santiago, visitando la “habitación de
los novios”, la maquinaria del reloj y el campanario, desde donde
experimentamos una sensación indescriptible al contemplar Totana desde una
perspectiva diferente a lo acostumbrado. El sonar de las campanas de “los
cuartos” y de “las horas” nos sobresalta, interrumpe brevemente la
contemplación de la ciudad, pero tras
dar las 10 proseguimos con nuestra visita. Antes de bajar de la torre accedemos
al coro, desde el que tenemos una vista privilegiada de toda la iglesia,
especialmente de su impresionante artesonado mudéjar.
Abandonamos
la iglesia para adentrarnos en el conocimiento de un oficio antiquísimo en la
ciudad y que ha hecho reconocer a Totana como “ciudad alfarera”. El origen
actual de la alfarería se remonta al siglo XVI, fecha en la que se conoce que
aparecen en Totana las primeras alfarerías y familias de alfareros. Las
alfarerías comenzaron a ubicarse fuera del caso urbano junto al cauce de la
Rambla de La Santa. Inicialmente en el margen izquierdo (Barrio de Triana) y, a
partir del siglo XVIII, también en el margen derecho (Barrio de Sevilla). El
objeto que más fama adquirió en Totana, especialmente en el siglo XIX, y que se
vendía incluso en provincias limítrofes, fue la tinaja. Otros objetos como
lebrillos, cántaros y orzas fueron fabricados en nuestro municipio. En la
actualidad, el oficio ha cambiado y con él también los objetos, pues están más
orientados a la alfarería ornamental y vidriada. “Los tiempos cambian y hay que
adaptarse a ellos”.
Iniciamos
la visita al pasado alfarero de Totana en el horno moruno, ubicado junto a la
Rambla de La Santa y el antiguo Centro Tecnológico de la Artesanía de la Región
de Murcia. Es un horno de tinajas construido en el siglo XIX y ha sido objeto
de una restauración arqueológica en la década de los 90 del siglo XX. En la
Región de Murcia se conservan únicamente cuatro hornos de este tipo y tenemos
la suerte de que todos están en nuestro municipio. Éste es el único visitable.
En la actualidad, diez son los
alfareros que mantienen esta tradición en Totana, como las familias Bellón y El
Polo, cuyo origen se remonta a los siglos XVIII y XIX respectivamente y muy
amablemente nos enseñaron cómo se trabaja el barro con el torno y un poquito de
la historia y anécdotas de la alfarería en Totana.
Bartolomé Bellón, en su taller
tradicional situado en el Paseo de las Ollerías, nos hizo en el torno
diferentes figuras como un cántaro, una taza, un plato y su típica muñeca con
un cántaro en miniatura. El proceso de creación de estas figuras fue amenizado
por las explicaciones que nos daba sobre su experiencia de toda una vida
dedicada a este oficio.
Para finalizar la ruta nos
desplazamos a la Alfarería El Polo, otra de las familias con gran tradición
alfarera. Visitamos su tienda donde nos mostraron y explicaron la historia de
la alfarería en Totana a través de las piezas típicas, así como los nuevos
productos que se realizan en la actualidad. Desde allí nos trasladamos al
taller que tienen en el Barrio Tirol Camilleri donde Vicente “El Polo” nos hizo
una demostración en el torno. Además, algunos alumnos del curso pudimos
disfrutar de la sensación del tacto del barro húmedo en nuestras inexpertas
manos y fabricar alguna pieza.
En los próximos meses
continuaremos realizando este tipo de visitas para conocer el patrimonio de
Totana y su historia, y os iremos relatando nuestras experiencias.
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